viernes, 5 de agosto de 2011

Romance del Conde Olinos





Madrugaba el Conde Olinos, 
mañanita de San Juan, 
a dar agua a su caballo 
a las orillas del mar. 


Mientras el caballo bebe 
canta un hermoso cantar,
las aves que iban volando 
se paraban a escuchar; 


- Bebe mi caballo, bebe,
Dios te me libre del mal;
de los vientos de la tierra 
y de las furias del mar.


De las torres del palacio
la reina le oyó cantar: 
-Mira, hija, cómo canta 
la sirena de la mar. 


-No es la sirenita, madre, 
que esa tiene otro cantar, 
es la voz del conde Olinos, 
que por mis amores va. 


-Si es la voz del conde Olinos
yo le mandaré matar, 
que para casar contigo 
le falta sangre real.


-¡No le mande matar, madre; 
no le mande usted matar, 
que si mata al conde Olinos 
a mi la muerte me dá! 


La infantina con gran pena
no cesaba de llorar.
Él murió a la media noche,
ella, a los gallos cantar. 


Ella se volvió paloma, 
él un fuerte gavilán; 
y allí están sus nidos
a las orillas del mar.